La tripulación del buque de carga general que fue apresado el domingo y que atracó en el puerto de Málaga con un alijo de droga ha sido detenida en su totalidad por haber cometido un supuesto delito de tráfico de estupefacientes. Son al menos nueve los arrestados, todos ellos de nacionalidad india y siria. En la actuación, que se ha desarrollado de forma conjunta entre el Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria y efectivos de la Unidad Central Operativa (UCO), órgano central del servicio de Policía Judicial de la Guardia Civil, se aprehendió un cargamento de aproximadamente 15.500 kilos de hachís tras una exhaustiva inspección, según indicaron a este periódico fuentes cercanas a la investigación, que resaltaron que la primera estimación que se realizó reflejaba que podría transportar un mínimo de 10.000.
Asimismo, las fuentes consultadas por este periódico destacaron la gran pureza de la droga que ha sido incautada y subrayaron que su valor en el mercado ilegal podría haber sido "notoriamente elevado".
La interceptación del mercante Just Reema, de 85 metros de eslora y 1.934 toneladas de registro bruto, se fraguó en el contexto de una operación llevada a cabo entre responsables de Alicante y Madrid. La agencia consignataria Servimad Global fue la encargada de iniciar la descarga de la sal. Ya se habían desestimado unos 15.000 kilos de sal cuando los propios detenidos -que hasta entonces se habían negado a pronunciarse al respecto- reconocieron que el hachís no se encontraba en el lugar que inicialmente se contemplaba e indicaron dos puntos concretos: una de las bodegas y en el castillo de proa, donde finalmente fue hallado el alijo.
El mercante atracó el lunes, en torno a las 10:00, en el muelle número siete y llegó escoltado por la patrullera oceánica de la Guardia Civil Río Miño, una lancha rápida de este Cuerpo y otra de Aduanas-Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria.
El apresamiento y abordaje se llevó a cabo en alta mar. Aunque la orden de vigilancia que sobre el barco pesaba las 24 horas del día fue desactivada en el momento en que se descubrió la droga. El buque, ahora custodiado por Vigilancia Aduanera, permanece atracado en una zona restringida del puerto malagueño sin nadie a bordo, lo que impediría su huida.
El último puerto que el barco tocó fue El Aaiún, la ciudad más importante del Sahara Occidental, el pasado 24 de junio. Cambió su nombre y también su bandera; antes era de Eslovaquia y ahora de República Democrática del Congo, lo que resulta significativo en un vehículo de estas características. Tanto en éste como en los anteriores casos protagonizados por barcos al ser detenidos por tráfico de droga, la Autoridad Portuaria ha proporcionado todas las facilidades a las fuerzas y cuerpos de seguridad para contribuir a la investigación.
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