La operación comenzó en la madrugada del pasado viernes. Los agentes de la Guardia Civil y los funcionarios de Vigilancia Aduanera que prestan sus servicios en el puerto de Algeciras, centraron sus sospechas en un camión procedente de Marruecos con destino Bélgica, que transportaba material eléctrico. Fue entonces cuando al inspeccionar el camión y tras una pantalla de 60 cajas de cartón y dos embalajes de madera vacíos, se encontraban 22 cajones de madera que contenían 700 fardos que arrojaron un peso de 24.280 kilos de hachís.
De inmediato se puso en marcha un dispositivo para localizar e interceptar otro camión, gemelo del anterior, de la misma empresa que procedente del puerto de Algeciras, infundió también sospechas. Así se trasladó a las instalaciones portuarias y se comprobó que en su interior transportaba otros 800 fardos que pesaron 23.610 kilos de hachís. El total, 47.890 kilos, prácticamente la mitad de todo lo interceptado en lo que llevamos de año en todo el Campo de Gibraltar.
De inmediato se procedió a la detención de los dos conductores, dos súbditos marroquíes sin antecedentes hasta la fecha. También, en una investigación posterior, se ha podido constatar que la organización criminal que movió semejante cantidad de hachís había utilizado empresas pantalla y cobertura de mercancías para su despacho a través del puerto de Algeciras. La investigación sigue abierta para tratar de comprobar hasta dónde han llegado sus ramificaciones.
El delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, apuntó a que se trata de una buena muestra de que en la comunidad "y en el Campo de Gibraltar se trabaja mucho y bien contra el narcotráfico, especialmente en un lugar tan complejo como el puerto de Algeciras donde se mueven 5 millones de contenedores al año y que, dada su posición estratégica, es un punto clave en las principales rutas del tráfico de drogas, especialmente de hachís".
Por su parte el General de la IV Zona de la Guardia Civil, Laurentino Ceña, también advirtió sobre la importancia de la "vigilancia para ejercer presión sobre los traficantes, especialmente en las instalaciones portuarias, para que sean conscientes de la imposibilidad de pasar esos alijos".
Por último, el delegado especial de la Agencia Tributaria, Alberto García, apuntó a que el alijo interceptado es "la mayor operación de este tipo llevada a cabo jamás en un puerto o aeropuerto de España, algo que demuestra que existe un trabajo muy importante detrás y una coordinación ejemplar entre los distintos cuerpos y fuerzas de seguridad que redundan en favor de la seguridad de todos".
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