Sobre estas líneas, una patrullera del SVA.
La consigna del Gobierno es evitar a toda costa una
nueva escalada de tensión con Gibraltar. Incluso si ello supone
claudicar ante la colonia británica y aceptar, de facto, la soberanía del Peñón sobre sus pretendidas aguas territoriales, que España siempre se ha negado a reconocer. De ahí la rabia y la frustración de los agentes del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) que el pasado día 2 de junio recibieron la orden de dejar huir a unos narcotraficantes gibraltareños cuando
ya habían interceptado su embarcación -que navegaba por las aguas en
disputa con un cargamento de droga- y se disponían al abordaje.
"¡Cállense y aborten el operativo!", fue la abrupta respuesta del Centro de Operaciones del SVA a las airadas protestas de la unidad de élite con base en Algeciras que estaba a punto de asaltar la embarcación de los narcos. La indignación de los agentes estaba más que justificada: habían recibido el soplo
de que un velero de bandera gibraltareña transportaba un alijo de
hachís y llevaban más de seis horas al acecho para capturar a su
tripulación. ¿Por qué dejar escapar al objetivo cuando ya lo tenían a
tiro?
“La indignación y el cabreo de
los agentes fueron monumentales”, aseguran fuentes cercanas al
Ministerio del Interior consultadas por El Confidencial. El SVA
depende orgánicamente de la Agencia Tributaria del Ministerio de
Hacienda, pero sus hombres, que portan armas de fuego, suelen actuar en
colaboración con las Fuerzas de Seguridad del Estado. “El conflicto está muy caliente
y puede estallar en cualquier momento”, añaden las citadas fuentes, “y
las órdenes del Gobierno son ni provocar ni caer en provocaciones. Pero
nunca, hasta ahora, se había actuado así en aguas españolas”.
La
tensión entre el Centro de Operaciones del SVA y los agentes de
Algeciras se desató cuando éstos, tras interceptar el velero de los narcos,
pidieron luz verde a Madrid para el abordaje de la embarcación. Esta es
la reconstrucción del diálogo facilitada por las fuentes de Interior
consultadas:
- ¿En qué posición se encuentra la presa?
- A tres millas de Gibraltar
- ¡Joder,está en el límite! Eso son aguas gibraltareñas
-Negativo, son aguas españolas
-Ya entiende a qué me refiero. Limítese a tomar la matrícula y el nombre de la presa
Las
autoridades gibraltareñas, con la aquiescencia de Londres, reclaman las
aguas que se extienden hasta tres millas del Peñón. De hecho, el Reino
Unido se refiere a ellas como British Gibraltar territorial waters, aunque España sigue sin reconocerlas, al menos oficialmente. Madrid argumenta que el Tratado de Utrecht (1713) sólo reconoce como aguas propias de la colonia las interiores del puerto.
El enfrentamiento verbal fue subiendo de tono,
según las fuentes consultadas. Hasta que el Centro de Operaciones lo
zanjó de raíz: “¡Cállense y aborten el operativo!”. Los cinco agentes
del SVA, finalmente, cumplieron la orden y regresaron a Algeciras a
bordo de su patrullera, mientras el helicóptero que les daba cobertura
aérea hacía lo propio. El Decadance -así se llamaba el velero de los narcos-, libre ya del acoso de sus perseguidores, siguió navegando hasta refugiarse en el Peñón.
http://www.elconfidencial.com/espana/2012/06/22/agentes-antidroga-humillados-en-gibraltar-callense-y-aborten-el-operativo-100538/
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