La fuerte demanda de los consumidores y la debilitada economía de las principales bandas del narcotráfico de Arousa por la actuación de la policía son tal vez los dos factores que animan a una eventual reactivación de las experimentadas redes de transporte de cocaína. Aunque tendrá que pasar tiempo hasta alcanzar los niveles de actividad que se registraron entre 2006 y 2009, ya hay indicios de que se están reorganizando algunos grupos que fueron desmantelados la pasada década, ahora que prácticamente todos sus miembros están en libertad o pendientes de juicio.
Según la policía, "los gallegos vuelven a tener la confianza de los colombianos"
Clanes desmontados entre 2006 y 2009 tienen ya a muchos miembros en la calle
La policía golpeó duramente la infraestructura marítima de estas redes en el momento en el que con más intensidad operaban grupos como los Pasteleros, Patocos, Mulos, Piturros, Lulús o Roma. Además de las 40 embarcaciones que les fueron incautadas, las investigaciones patrimoniales de la Agencia Tributaria arrojan cifras insólitas, con embargos preventivos que superan los 600 millones.
Expertos policiales afirman que "ha pasado un tiempo prudencial y los narcotraficantes gallegos están recuperando la confianza de los cárteles colombianos" que tuvieron que asumir, solo en cuatro años, la pérdida de 284 toneladas de cocaína incautada (casi el total de la producción anual de esta droga en Colombia), cuya venta hubiera generado unos beneficios astronómicos de al menos 8.000 millones de euros.
"Hay mucha gente preparada y con buenos contactos, pero en estos momentos están estudiando cómo reorganizarse y de qué forma van a introducir la droga porque económicamente han quedado muy tocados y necesitan volver", afirma un inspector de la unidad policial del Greco de Galicia (Grupo de Respuesta Especial contra el Crimen Organizado).
La cocaína, que ahora se paga en torno a los 35.000 euros el kilo, ha bajado su precio a los índices de 2008, llegando incluso a alcanzar los 39.000 euros cuando la importación de grandes alijos cayó en picado a finales de 2009. Esta caída de los precios en el mercado negro es para la policía otro indicio claro de que está entrando más droga.
Pero en realidad una parte de estas organizaciones nunca dejó de "trabajar", aunque sí se ha hecho a un ritmo mucho menor, con alijos más pequeños en cada operación ante el cambio de tendencia que vino marcado en los últimos tiempos por un intenso tráfico de contenedores después del estrepitoso fracaso en la incursión de planeadoras en las rías
La última operación policial es una prueba de que estas embarcaciones rápidas no han dejado de ser el principal medio de penetración de alijos de cocaína en Galicia. En colaboración con servicios antidroga italianos se ha logrado desmantelar un grupo nuevo en el organigrama clásico de las bandas del transporte aunque el Greco cree que venía operando desde hace tiempo en el entorno de los puertos de Génova, Algeciras y Vigo. Con el desembarco de pequeños alijos de entre 50 y 100 kilos, las planeadoras recogían la droga que arrojaban los buques mercantes al mar antes de llegar a su puerto de destino para dejar la carga legal. Una modalidad que ya habían desarrollado hace poco tiempo otras organizaciones como la de los Pasteleros y que también se empleó en las épocas del contrabando de tabaco.
Este sistema que requiere de pocos medios marítimos ha resultado muy eficaz y rentable. En el chalé del presunto cabecilla del grupo, el empresario del municipio coruñés de Teo, Elías P.F., la policía encontró todos los indicios de que funcionaban con absoluta solvencia. Los agentes quedaron sorprendidos de los medios de seguridad que empleaba este multifacético empresario con cámaras de vigilancia dentro y fuera de la casa. Una de las habitaciones, camuflada entre las paredes de la bodega, estaba acorazada.
Otra prueba que apunta a que los negocios legales de Elías P. eran una tapadera son los tres escúteres que permiten sumergirte en el agua y una planeadora neumática de 11 metros de eslora que casualmente fue localizada por la policía en Náutica Vidal de Vilagarcía. Su propietario, Juan Vidal, investigado desde hace tiempo por su presunta vinculación en el narcotráfico, dio origen a la Operación Campeón, ya que fue grabado hablando por teléfono con el principal imputado de este caso, el empresario Jorge Dorribo.
Desde la fiscalía antidroga de Pontevedra se preguntan si alguna vez las planeadoras dejaron de operar en Galicia. La semana del puente del Pilar, en O Grove se extendió el rumor de que dos lanchas habían desembarcado un alijo de más de 2.000 kilos de cocaína en la playa de A Lanzada. Durante varias noches se escucharon rugidos de motores en la península de San Vicente pero los vecinos creyeron que se trataba de las lanchas de Aduanas. Vigilancia Aduanera, sin embargo, negó que sus barcos hubieran hecho un servicio nocturno esos días. Algunos testigos aseguraron que una de las embarcaciones pudo ser hundida por los narcos tras desembarcar la droga, frente a la Ermita de Nuestra Señora de A Lanzada. Con la otra tuvieron problemas y tuvo que recogerla otro barco que la llevó a Aguiño.
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