LA UNIDAD OPERATIVA DEL SVA EN CORDOBA CONFISCA EN LO QUE VA DE AÑO LA MISMA CANTIDAD DE TABACO DE CONTRABANDO QUE EN TODO 2011

La Ley Antitabaco, el alza de los precios de los paquetes por la subida de impuestos del Gobierno y la «guinda» de la crisis han generado el caldo de cultivo preciso para la vuelta del contrabando de cigarrillos. En lo que va de año, la Unidad de Vigilancia Aduanera de Córdoba y la Guardia Civil han confiscado 4.332 cajetillas en una veintena de intervenciones —que se han saldado con 20 diligencias administrativas y un atestado— llevadas a cabo en la provincia. El dato es más que llamativo si se tiene en cuenta que en sólo tres meses se han igualado el número de operaciones desarrolladas por Aduanas en todo 2010.

El perfil del contrabandista es variado, aunque la mayoría de las personas que se dedican a esto está motivada por la falta de recursos. En muchos casos, son las marionetas de redes organizadas cuyos cabecillas se mantienen en la sombra.
Córdoba, «zona caliente»

Según el jefe provincial de la Unidad de Vigilancia Aduanera, Antonio Sánchez, Córdoba es una «zona caliente» para el paso de la mercancía hasta la zona norte, y mucho tabaco se queda aquí, «sobre todo, en la capital».

Como consecuencia de este alarmante incremento, se están realizando más inspecciones —por parte de la Guardia Civil y de Aduanas— en los establecimientos susceptibles de distribuir las cajetillas ilegales, como son quioscos o bares.

Entre los principales perjudicados destacan los estanqueros, que están pasando por una situación «horrorosa», según el presidente del colectivo a nivel provincial, Manuel Fernández. Y no es para menos, ya que además de cerrar el primer trimestre del año con una caída de los beneficios de en torno a un 30 por ciento, tienen que «repartirse» el negocio a la fuerza con los contrabandistas.

Según Fernández, la subida de impuestos sobre el tabaco y el consiguiente encarecimiento de su precio ha conllevado una disminución de las ventas «legales» y la entrada con fuerza en escena de la distribución bajo cuerda.

Otros agentes perjudicados por esta situación son las industrias tabaqueras. Altadis (Imperial Tobacco) asegura que en 2011 las ventas de tabaco de contrabando se sitúan en el 6% de las ventas totales, aunque matiza que en Andalucía rondaría el 10%.

Desde la AEAT (Hacienda) aseguran que es imposible calcular la cuantía real del tabaco de contrabando que circula en todo territorio nacional debido a que el único dato contrastable que se puede obtener son las aprehensiones.

Los «castigos» a los que se dedican a esta práctica varían dependiendo de si se trata de una infracción o un delito —cuando el valor del género intervenido supera los 6.000 euros—. En el primer caso, la sanción oscila entre la mitad y el duplo de la mercancía. Si el caso llega a los juzgados, la multa va del doble al cuádruplo del valor de las cajetillas aprehendidas, y pena de prisión menor.

No obstante, esto no parece amedrentar a los contrabandistas, y apuestan por sacar «tajada» distribuyendo tabaco ilícito de cualquier marca y a unos precios contra los que los empresarios no pueden competir. Así, las redes están vendiendo los cartones a 20 euros, mientras que en los estancos el coste supera los 35.
http://www.abc.es/20110410/cordoba/abcp-confiscadas-cajetillas-tabaco-contrabando-20110410.html