Desde que Gayá es responsable de Aduanas en Galicia -desde mayo de 2006-, reconoce que no ha habido «operaciones de contrabando de droga en A Mariña». La última, de importancia, se dio en abril del 2000, cuando personal de la Agencia Tributaria, de la que depende el servicio, apresó, por la noche, al pesquero Niki, con cinco tripulantes -tres griegos, un chileno y un belga- y más de 10.000 kilos de hachís, a la altura del Cabo Peñas, en Asturias. El barco fue trasladado al puerto de Mirasol.
El servicio tiene una embarcación y 24 funcionarios
La base de Aduanas en Ribadeo cuenta con 24 funcionarios, tres todorrenos y el patrullero Alcaraván II, construido en Barcelona, en 1984, de 28,5 metros de eslora, una velocidad máxima de 26 nudos y una autonomía de 900 millas. El barco sufrió una avería por la que estuvo casi inoperativo entre noviembre de 2008 y mayo de 2010. La mayor parte de la vigilancia se hace por la noche.
Responsables de la unidad operativa
Decomisaron 4 millones de euros y colaboran con las operaciones Pokemon y Campeón
En la base de Ribadeo, el servicio aduanero cuenta con un patrullero atracado en el puerto comercial y con un edificio, colindante con la casa consistorial, en la que es, hasta el momento, la Aduana más pequeña de Galicia. En ella, cinco funcionarios se dedican a otras actividades distintas a la de la vigilancia costera. Entre estas labores, destaca la realizada por la unidad de blanqueo.
«Que se investiguen desde Ribadeo delitos de blanqueo no quiere decir que hayan sido cometidos en la zona, porque una investigación por este motivo a veces se le encarga a una unidad operativa, en función de la carga de trabajo que haya en otras», especifica el jefe del Servicio de Vigilancia Aduanera en Galicia, Jaime Gayá. Así, desde la villa ribadense, se colabora en la investigación, aún abierta, de las operaciones Campeón y Pokemon.
el progreso.
Decomisaron 4 millones de euros y colaboran con las operaciones Pokemon y Campeón
En la base de Ribadeo, el servicio aduanero cuenta con un patrullero atracado en el puerto comercial y con un edificio, colindante con la casa consistorial, en la que es, hasta el momento, la Aduana más pequeña de Galicia. En ella, cinco funcionarios se dedican a otras actividades distintas a la de la vigilancia costera. Entre estas labores, destaca la realizada por la unidad de blanqueo.
«Que se investiguen desde Ribadeo delitos de blanqueo no quiere decir que hayan sido cometidos en la zona, porque una investigación por este motivo a veces se le encarga a una unidad operativa, en función de la carga de trabajo que haya en otras», especifica el jefe del Servicio de Vigilancia Aduanera en Galicia, Jaime Gayá. Así, desde la villa ribadense, se colabora en la investigación, aún abierta, de las operaciones Campeón y Pokemon.
el progreso.
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