Intervenidos en el puerto de Valencia dos contenedores procedentes de Chile con 325 kilos de cocaína

Una operación conjunta del Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria y la Guardia Civil de Valencia ha permitido la incautación de 325 kilos de cocaína tras la apertura de dos contenedores desembarcados en el Puerto de Valencia. La droga podría haber alcanzado un valor de unos 16 millones de euros en el mercado negro.

Las intervenciones antidroga fueron realizadas por la Unidad de Análisis de Riesgo (UAR) de Vigilancia Aduanera, un grupo formado por agentes del Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria y guardias civiles de la Oficina de Análisis e Investigación Fiscal (Odaifi) de Valencia. Los investigadores no han detenido, por el momento, a ninguna persona por este envío de cocaína, y tampoco se conoce cuál era el destino de la droga.

El delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues, ha informado hoy sobre esta operación antidroga en una rueda de prensa en el Puerto de Valencia. Los dos contenedores donde los narcos ocultaron la droga transportaban peras y pasas y fueron desembarcados de un barco procedente de Chile.

Gracias a la labor inspectora este lunes se pudo interceptar un contenedor con 250 kilos de cocaína y el martes otro que contenía otros 75 en un buque procedente de San Antonio de Chile. En el primero, la cocaína se encontraba en un contenedor frigorífico que transportaba peras, en el cual se encontraban los 250 kilos en bolsas, mientras que los otros 75 kilos de esta droga procedían del mismo puerto chileno y el contenedor donde fue interceptada la droga transportaba pasas.

Método del gancho perdido

Los narcos introdujeron los alijos, una vez más, con el método conocido como gancho perdido, que consiste en ocultar la cocaína en un contenedor con mercancía legal en el país de origen, sin el conocimiento del exportador ni del importador, para luego retirar la droga en el puerto de destino antes de que el cargamento llegue al final de la ruta. Para eludir los controles aduaneros y policiales, las organizaciones de narcotráfico captan a trabajadores portuarios para que recojan los alijos a cambio de importantes cantidades de dinero.

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